miércoles, 14 de octubre de 2009

Soy de ésas


Supongo que soy de esas chicas a las que los príncipes azules convierten en cenicientas. De las que se agarran a la infelicidad como al único clavo que no arde entre tanta esperanza incandescente e ilusiones afiladas. De esas chicas que no tienen miedo a freírse en el infierno ni a comer azufre, siempre que el infierno tenga cuatro paredes y un techo y el azufre no sea prestado. Y se someten encantadas a una disciplina durísima que las aleja irremediablemente de todas las excepciones, sobre todo de la excepción de disfrutar de la vida a pesar de algo.

Ay, ya lo sé, soy de las imposibles, de las que aman con frivolidad porque lo piensan, de las que hacen sufrir a los chantajistas emocionales, de las que se tratan con crueldad cada vez que fracasan, que es muy a menudo, y están malhumoradas siempre que algo no sale bien porque lo que importa en esta puta vida no es ser feliz sino estar bien, y hay una gran diferencia que los mentecatos no captan, y cómo me toca los cojones que a nadie le preocupe estas sutilezas primordiales.

Soy de ésas, y por ello hay poca gente que me quiere y pocos minutos en los que me siento feliz. Pero es que la felicidad está sobrevalorada.

 
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Palabras de Lilith by Eva Torices 2008 is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 España License.