jueves, 27 de noviembre de 2008

No se me da bien


No se me dan bien los poemas de amor.
La sencillez es simpleza
y la retórica exceso.

No se me dan bien las palabras profundas.
Todo cuanto escribo está en la misma superficie.

No se me da bien que me hagas falta.
Yo no te quiero porque faltes
sino porque estás.

martes, 25 de noviembre de 2008

La mano no sabe


La mano no sabe
escribir sin medida
palabras abiertas como puertas de recreo
ventanas de verano.

La mano no quiere
arriresgarse en el verso
tirar todo abajo
vertiendo deseos.

La mano no puede
soltarse del miedo.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Txumari mata animales en horario infantil

Domingo alrededor de las 10.30 horas de la mañana. La Botica de Txumari. Cómo curar las verrugas. Necesitamos: un limaco o babosa, un palo, una piedra.

Txumari cuenta cómo cuando era pequeño tenía las manos llenas de verrugas. “Una grande como una moneda de 50 céntimos en el dedo anular. Sesenta y tres verrugas en las manos. Imaginaos que tenía que hacer la comunión e ir por la iglesia con las manos juntas como si rezara, esas manos llenas de verrugas, y todo el mundo viéndolas”. En la mesa del plató hay varias babosas grandes, negras, deslizándose ignorantes de las cámaras. También hay un plato con tierra, un cesto con piedras y otras cosas. Txumari sigue narrando. “Así que, algunas semanas antes de mi comunión, mi padre me llevó al bosque, buscamos un limaco y me dijo que me frotase bien las manos con su baba. Deja una baba así como blanca”. Entonces elige una de las babosas, decide respetar a una que se había encaramado a un plato y escoge a otra que se había quedado más rezagada. Y empieza a frotarse las manos con ella. “Pero no os puede dar asco, ¿eh? Frotaos las manos bien, así, que queden bien cubiertas de baba. Si os da asco no vale la pena que lo hagáis”. Sus manos están quedando completamente embadurnadas. Hay que decir que no lo hace con demasiada suavidad, la babosa, o limaco, como él la llama, está encogida y ha escondido por completo los cuernos donde tiene los ojos. Txumari, con la misma pose que si estuviera lavándose las manos con jabón, sigue explicando. “Cuando ya tengáis las manos bien cubiertas de baba, dejamos al limaco en la tierra”. Y la posa en el plato con tierra. Gracias. Pero no acaba ahí. “Ahora hay que hacer lo siguiente, cogemos un palito, así, como éste, y lo partimos por la mitad. Y ahora...” He de confesar que en este momento, al ver que sujetaba fuerte a la babosa y le acercaba el palo al lomo, cambié espantada de canal. Pero tenía que saber, y volví a poner la Sexta. Txumari había atravesado la babosa con el palo y le había puesto una piedra de un kilo encima. “Nos fuimos del bosque, y como una semana después noté que las verrugas comenzaban a desaparecer, y el día de mi comunión tenía las manos completamente limpias".

Ya, pero ahora no, Txumari. Ahora las tienes sucias de indiferencia y de falta de ternura.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Los silenciosos caminan en fila


Los silenciosos caminan en fila
por el borde de las palabras
casi a punto de caer en ellas
sin decir nada.

Al final de su camino no hay meta
al final de su camino hay otro camino.
El silencio es eterno y circular.

Las palabras no llevan a ninguna parte.
Siempre llevan a algún sitio.

(for Ender, who no needs no nothing,
just in case he does need this)

viernes, 14 de noviembre de 2008

No es lo mismo


No es lo mismo
decir que no hay nada entre tú y yo
que decir que nada se interpone entre nosotros.

Lo que nadie sabe


Mi piel es mi puerta.

Nadie sabe que aquí dentro
en silencio
se retuerce un mundo de pasiones.

Mi piel es mi disfraz y mi andamiaje.

Nadie sabe ni sospecha
detrás de esta fachada incuestionable
lo fuerte que me estoy rompiendo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tu nombre


Cuando digo tu nombre me redimo

del pecado de tu ausencia
porque al nombrarte te traigo.

 
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Palabras de Lilith by Eva Torices 2008 is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 España License.