Los años nos hacen permeables
y el corazón se enreda de agua y viento
se olvida lo que se sabe
se aprende lo que se olvida
y la puerta infranqueable se abre al miedo.
Valor que ya no tengo
estarás en el bolsillo de mi ropa vieja
en el cajón que hace tiempo que no ordeno
o te habré dejado en las cunetas
del camino hostil por el que vengo.
El dolor nos endurece
pero lo que no dobla se rompe.
Es la trampa final de la vida
cuando ya tienes tanto que te importa.
lunes, 30 de marzo de 2009
Años
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Si, deberíamos regresar de vez en cuando a la fábula
Publicar un comentario