Aquí estoy, precipitada
entre la vehemencia y el absurdo
de la vida ingrata.
Déjame
que cuando el miedo deje de agarrarme
me caeré del todo.
domingo, 22 de marzo de 2009
La vida ingrata
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Este oficio de contar las cosas comporta que se pueden contar todas las cosas. No hay temas imposibles y, en consecuencia, tampoco hay cartas imposibles (Joan Barril).
Aquí estoy, precipitada
entre la vehemencia y el absurdo
de la vida ingrata.
Déjame
que cuando el miedo deje de agarrarme
me caeré del todo.
4 comentarios:
La vida no creo que deba gratitud a quien es vehemente en el absurdo...
Me encanta como escribes :)
Posiblemente la vida se comporte de manera despiadada y altanera,por que sabe que en primera instancia se lo debemos todo a ella,en el orgullo de cada uno está el vivirla sin miedo.
No sé si me alejé de tu visión.Un saludo
Cuando el miedo deje de agarrarte vivirás de pie.
TRANQUILIDAD. ES UN MOMENTO.
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