miércoles, 17 de febrero de 2010

Una oportunidad


Los que viven en la cuneta

no son los mismos que mueren en la carretera.

Los que mueren en la carretera venían de alguna parte
tenían a dónde ir.

Los que viven en la cuneta es como si nacieran allí
como las amapolas
manchas de sangre de un paisaje ajeno.

Morir en la carretera sería una oportunidad.

3 comentarios:

Chema dijo...

me gusta :)

y me recuerda a la historia del mendigo más mendigo de toda coruña... puedes olerlo a dos calles de distancia, camina con los pies envueltos en bolsas de plástico y medio desnudo, con la única protección de una manta, arrastrando una bolsa de basura negra

dicen que es un náufrago inglés que rechazó un vuelo de vuelta a su patria porque ama la mendicidad. que su historia salió en los periódicos.

yo vi ayer su cara de pena frente a una máquina expendedora de la calle real y no parecía enamorado. parecía el mendigo más mendigo de toda la coruña.

Atenea dijo...

Los que viven en la cuneta no tienen elección. Qué gran verdad, aunque sea una realidad triste. Me encantó, me emocionó, me conmovió.

Anónimo dijo...

Lo peor de este poema no es la tristeza que el resto podamos sentir, lo peor, por lo menos para mi, es conocerte tanto y saber todo lo que implica.

Decirte que no llores sería ofenderte, tampoco puedo decirte que las cosas que las cosas van a ir bien, lo que si puedo hacer y hago es darte mi mano para que aprietes con fuerza.

 
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Palabras de Lilith by Eva Torices 2008 is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 España License.