Yo sé que
cuando los pies se arrastran
perezosos entre la hojarasca de recuerdos
es el momento de volver
ya sin dudas
por el camino polvoriento
de polvo de estrellas y cenizas de alas
que lleva a la infancia.
Y allí encontrar un escondite
una baldosa suelta
un cajón con doble fondo
donde guardar la nostalgia
esconderla para siempre
y no volver a necesitarla.
Como no se vuelve a necesitar la infancia
como no se vuelven a necesitar los escondites secretos
porque los recuerdos no hay que rescatarlos
sino que volver a hacerlos.
2 comentarios:
Siempre hay que mirar hacía adelante, por mucho que nos flaqueen las fuerzas hay que seguir caminando aunque sea con los pies arrastras..... Pero, ay de mi si olvido mis recuerdos... mi infancia, mi nostalgía por muy cruel o muy maravillosa que haya sido, ya no sería yo y me acabaria quedando hueco y seco por dentro.
Me gusta eso de que los recuerdos no hay que rescatarlos hay que hacerlos, y volver ha hacerlos, y volver ha hacerlos......
Puede que no nos parezcamos en nada, pero al leer lo que has escrito, siento como tú. Llevamos los pies arrastras, como los recuerdos... y tienes razón, siempre hay que hacerlos, rehacerlos y volverlos a hacer... Olvidarme de lo que conozco, sería dejar de existir, de sentir, de querer... prefiero construir nuevos recuerdos si, pero sin dejar de recordar los que ya tengo...
Publicar un comentario