El sol no espera.
No esperan los pájaros
ni los sonidos del mundo.
Amanece mientras yo no quiero verlo.
Las rendijas de mi persiana iluminan implacables
y a mí me duelen los ojos
y me desborda la luz el pecho.
Bajo las sábanas todo es más fácil
pero el mundo se abre camino
y sin que yo sepa evitarlo
se desata el día y la vida se despliega.
Y me hace daño la puerta abierta
y me hace daño la ventana clara
y me hacen daño tus buenos días
y el café con las tostadas.
Quiero quedarme en esta dulce inconsciencia
donde lo terrible nunca ha pasado
pero tú intentas no darte cuenta
y destapas irreverente el drama de la vida.
Y al final os recibo resignada
a ti y al mundo
despierta
con las pestañas adornadas de sueño y de lágrimas.
martes, 3 de junio de 2008
Alguien que me despierte
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4 comentarios:
Me recuerda cosas que no quiero, pero no puedo negar que me guste por, precisamente, recordarme tales cosas.
Ya quisiera yo saber escribir así de bien.
Las cosas que no queremos recordar, que no queremos enfrentar, que no queremos olvidar, que no queremos perder o que no queremos encontrar... todo aquello contra lo que luchamos y nos revelamos de alguna manera, son probablemente las cosas donde nos encontramos a nosotros mismos cada vez que nos atrevemos a mirar. Por si alguna vez te pierdes... :)
Muy buen blog, Lilith.
Me ha encantado el poema del miedo.
Saludos de los gaiteiros!
Aca sigo. Es hermoso tu blog. No hay dudas de eso ya. Cuanto más leo, más me gusta.
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