Soñé que eras real con tus vestidos
de rubí líquido
desnudo en el agua que precedió tu nacimiento
y que eras mi hijo.
Soñé que me dormía en el esfuerzo de tenerte
arrancada la conciencia con la vida que paría
y desmayada te soñaba nuevamente.
Soñé que nos llamabas con tu ausencia
existiendo desde siempre
en un pensamiento o una palabra
que aprendí hace muchos años.
Soñé que despertaba y despierta aún te tenía
piel con piel, latido con latido,
tan iguales como la tierra y la vida que la habita
aferrados al mundo con las uñas
como el resto de los seres.
Soñé toda la noche y entre sueño y sueño
soñé que te esperaba.
domingo, 3 de agosto de 2008
Soñé que eras real
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1 comentario:
Precioso, sencillamente precioso, que espera tan dulce, tan cargada de amor, que tenemos todas las mujeres desde casi siempre con respecto a la maternidad.
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