Me cautiva tu irreverencia inocente,
ésa con la que vas por las calles
saltando escalones y acariciando los árboles.
Me hipnotiza tu cadencia constante
en perfecto equilibrio sobre el caos de esta vida
y la nostalgia insidiosa de vidas mejores.
Soy adicto a tu sonrisa perenne,
a tus ganas,
a tu mundo mejor tan cerca del mío
pero inalcanzable.
lunes, 26 de mayo de 2008
Tu mundo mejor
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